Grupo para papás!!
A partir de septiembre el grupo para padres renueva sus encuentros en Godoy Cruz Mendoza.
Encuentros quincenales facilitados por Manu (Manuel Rosalez), papá de Adita y compañero de Mariel.
Un espacio para informarse sobre temas de interés durante su paternidad, como la crianza respetuosa y el inicio de la alimentación de sus hijos: Lactancia materna.
Si hay un punto de inflexión en la vida tanto de un hombre como de una mujer es cuando se convierten en madres/padres. La paternidad implica un cambio fuerte de hábitos, que algunos pueden interpretar como una pérdida de libertad, las prioridades cambian de un momento al otro, generando a veces, confusión, necesidades, pensamientos y deseos contradictorios. . Los padres tienen dudas, inseguridades y necesidad de poder compartir sus experiencias y sentimientos con sus pares…
“Cómo afecte todo ello depende de varios factores. “Tiene que ver con nuestra personalidad y las metas vitales. En un hombre que siempre ha deseado tener hijos los cambios van a ser menores”, expone Enrique García Huete, psicólogo.
Hormonas durante el puerperio masculino…
Un estudio de la Universidad de Emory, en EEUU, ha revelado que la hormona oxitocina no solo condiciona el cuidado de las madres hacia sus hijos, sino también el de los padres hacia su descendencia, pues activa regiones cerebrales que aumentan su empatía. El estudio se suma a otras evidencias recientes sobre los cambios que preparan a los padres para el cuidado, en su sistema hormonal e incluso en sus cerebros.
*Un estudio publicado en 2011 por la Universidad de Northwestern, en Illinois (EE.UU.), apunta que la testosterona huye en estampida cuando tenemos descendencia. “En especies en las que los machos también cuidan a los recién nacidos”, afirma el estudio, “la testosterona a menudo es alta durante períodos de apareamiento, pero luego disminuye para permitir el cuidado de la descendencia resultante”. Por si hay que recordarlo, en los mamíferos masculinos la testosterona es la hormona que estimula los rasgos y situaciones relacionados con el apareamiento, como la musculatura, la libido, la agresividad y el cortejo. Otro estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Indiana (EE. UU.), más puntilloso, afirma que incluso el hecho de dormir en la misma habitación que nuestro bebé influye en ese declive de la testosterona.
¿cómo saben las hormonas masculinas que hemos sido padres o con quién compartimos habitación? El endocrinólogo Manel Puig, presidente de la SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición) lo explica: “Las hormonas tienen un control cerebral: en concreto las de las gónadas [las glándulas que producen las células y hormonas de la función reproductora] están sujetas a una regulación en una zona del hipotálamo, la cual tiene conexiones cerebrales múltiples. Ante una situación vivencial concreta se pueden producir una serie de estímulos a nivel del sistema nervioso central que modifiquen la secreción hormonal”.
Esta fuga de testosterona puede empezar antes incluso del nacimiento del bebé: la simple perspectiva de la etapa maravillosa que se nos viene encima puede provocarla. “Cualquier situación que cognitivamente sea previsible puede generar una serie de modificaciones orgánicas, entre ellas las hormonas”, añade el doctor Puig.”
*Artículo de MIGUEL ÁNGEL BARGUEÑO, diario El País.