La importancia de mirar la salud mental en el periodo perinatal.
“Parece algo novedoso y puesto en evidencia en las últimas décadas, ya que la salud mental perinatal ha sido una deuda para con las mujeres que transitan gestaciones, partos, puerperios, perdidas gestacionales y/o neonatales. Es que la salud de las mujeres estuvo durante mucho tiempo empapada del discurso médico; es así, que se estableció que el posparto era un proceso estrictamente vinculado a procesos biológicos y duraba 40 días y desde esa mirada se les daba una comprensión a los procesos psicológicos que acontecían.
Pero sucede que luego de esos 40 días seguían sucediendo cambios psicoemocionales en las mujeres que no se explicaban exclusivamente desde una perspectiva biologicista, es donde surge la necesidad de ampliar la mirada y abordar integralmente el proceso que transitan las mujeres en toda la etapa que rodea al nacimiento de un hijo/a. De esta manera, empezamos a pensar el puerperio emocional que no dura exactamente 40 días y que comprende una multiplicidad de cambios en el psiquismo de quien lo transita. Este puerperio emocional ya no tiene tiempos cronológicos y aparecen tiempos lógicos del psiquismo.
Y poder ponerle un nombre a este proceso fue realmente liberador para las mujeres, quienes transitaban procesos emocionales de los que nadie les había hablado y aparecía el fantasma de la”locura”. Y se empieza a visibilizar que esto que siente una mujer, también lo sintió otra… y otra… y empezamos a hablar, a nombrarlo y a reconocerlo como un proceso real, transformador y colectivo.
Con el avance de las investigaciones y en la comprensión de la conducta humana se fue dimensionando la complejidad de los procesos psíquicos en la etapa perinatal. En la década de los 70 la psicóloga Athan le pone un nombre a estos procesos, postulando el concepto de “matrescencia”. Haciendo alusión y un paralelismo con los cambios identitarios que se dan en la adolescencia. Es así como podemos comprender a la maternidad como una crisis evolutiva y de la identidad que conlleva múltiples transformaciones psíquicas y una adaptación continua a la nueva realidad y el nuevo rol.
La aparición de la psicología perinatal (recién en siglo XXI) permite introducir algo que se había desvanecido en consultorios obstétricos, salas de parto, quirófanos y en la maternidad misma… la palabra. La psicología perinatal nos posibilita enlazarnos con la palabra para manifestar nuestros malestares y bienestares en relación a la titánica tarea de cuidar de otro. De un otro tan vulnerable y frágil como todos/as algún día fuimos, un pequeño ser que nos mueve los cimientos que creíamos firmes y nos pone de frente a nuestra historia, nuestras heridas pero también frente a nuestras posibilidades y potencialidades.
Mirar a la maternidad y la complejidad de sus procesos con una perspectiva en salud mental, estoy segura, que es el camino para construir nuevas subjetividades.”
Andrea Aves
Lic. En Psicología con formación perinatal Mat. 3350