Ejercicio Físico y Lactancia Materna

Red Argentina de Apoyo al amamantamiento y crianza

Ejercicio Físico y Lactancia Materna

8 febrero, 2019 Salud Materna 0

Muchas mujeres luego de nacido su bebé, a raíz de las dificultades del día a día, las demandas del bebé y las necesidades propias, comienzan a sentirse ansiosas, tensas, con necesidades de salir, de cambiar de aire, de moverse;  otras madres siente un gran agotamiento, cansancio, con muchas ganas de darse un buen baño e ir a la cama. Cada madre vivencia su maternidad en la medida de sus posibilidades, como puede y con la ayuda que recibe; en mayor o menor medida, sintiéndose a gusto o no con su nuevo cuerpo, o con la nueva persona que llega luego de parir, con la necesidad de encontrarse a una misma… todas tarde o temprano, en algún momento desean moverse.

Y ahí comienzan a preguntarse ¿cuándo podré empezar?  ¿Qué podré hacer? ¿Perjudicaré la lactancia?

Estas y miles de otras preguntas, pasan por la mente de muchas madres, esta nota está dedicada a cada mujer puérpera para saldar todas esas inquietudes…

Comenzaremos definiendo y aclarando una diferencia fundamental:

La actividad física se considera, según la Organización Mundial de la Salud cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. Mientras que el ejercicio físico es planificado, estructurado y repetitivo y tiene como objetivo mejorar o mantener los componentes de la forma psicofísica.

Entonces… actividad física hacemos siempre, en cada momento de la vida cotidiana, pero para mejorar nuestra condición física, recuperar el tono abdominal, del suelo pélvico, y lograr un equilibro psicoemocional, lo ideal es asistir a un programa de ejercicio físico de recuperación posparto, coordinado por un profesional capacitado en el tema.

Una vez aclarado esto, podemos adentrarnos en ¿qué sucede cuando realizamos ejercicio físico y damos el pecho?

Cuando estamos dentro de un programa de ejercicio físico posparto, el profesional a cargo da las pautas a seguir según diversos factores que vivenció cada madre y sus objetivos, por lo que el aumento de la intensidad, frecuencia y volumen será netamente individual. Dependiendo de esto, será el tejido graso blanco subcutáneo que podría eliminarse, la mejoría de la frecuencia cardiorespiratoria, mejoría a nivel postural, liberación miofascial, bienestar equilibro psicoemocional y por supuesto, mejorías en la fluidez del amamantamiento.

¿Por qué mejorías?

Porque te distendiste, te relajaste, te olvidaste de los trajines del día a día, permitiste desconectarte un poco del neocórtex, liberaste diversas hormonas que te permiten descargar y aliviar tensiones y ansiedades, aumentando el sentimiento de autoestima y sensación de bienestar.

¿Y esto afecta en algo a la lactancia?

Según la Asociación Española de Pediatría realizar ejercicio físico posparto no afecta en nada a la lactancia materna. La práctica del ejercicio físico no perjudica el volumen ni la composición de la leche materna.

Cabe distinguir dos grandes grupos de personas:

  • Las madres entrenadas que antes y durante del embarazo realizaron ejercicio físico pueden aumentar la intensidad a 10METs, inclusive una mujer de alto rendimiento deportivo, (para facilitar el entendimiento: METs es la unidad de medida del índice metabólico, cuando decimos que una persona está haciendo ejercicio a una intensidad de 10 METs, significa que está aplicando una energía que es 10 veces superior a las entregadas por su cuerpo en reposo), teniendo como resultado en la leche materna un ligero cambio en el sabor de la leche, ya que el lactato que circula en sangre y los iones de hidrógeno serán los responsables del sabor agrio,( no es tóxico , no harán daño al bebé ), puede que algún bebé lo rechace o no.

Es aconsejable el trabajo físico regenerativo, para permitir la eliminación de los metabolitos, teniendo en cuenta que luego de un entrenamiento intenso las fibras musculares se rompen o se dañan, causando dolor muscular post esfuerzo, sus siglas en ingles DOMS (Drobnic, 1989) percibiéndolo a las 24 o 48hs postesfuerzo. Calder (Calder, 2000) sugiere que la recuperación activa también proporciona un incremento en el suministro de sangre al músculo fatigado, además de ayudar en la recuperación neurológica (sistema nervioso).

  • El otro grupo de madres son las sedentarias, las que no han realizado ejercicio físico antes ni durante el embarazo, o sólo durante el embarazo, podrán aumentar la intensidad hasta donde su condición física lo permita que llegará a ser moderado entre 5 – 8 METs. Algunas leches maternas tendrán un sabor más agrio o amargo, otras leches no, algunos bebés rechazarán el pecho y otros no.

En caso de que ocurriese el rechazo del lactante, se puede dar leche materna almacenada y dependiendo del tiempo del bebé será la forma de administrarlo, así la próxima mamada puede ser tranquilamente desde el pecho, mientras que la leche que quedó en el pecho “ agria” es conveniente que te la extraigas.

Cabe aclarar que esto NO sucede siempre, ya que depende de la planificación del profesional del ejercicio físico donde algunas clases quizás sean más intensas que otras.Podrías tener las precauciones explicadas  en aquellas  clases  que sean más intensas.

No obstante, una investigación realizada en la Universidad de New Hampshire (EE.UU) para evaluar la reacción de los niños a la leche materna después de la práctica de ejercicio intenso y moderado concluye que no existen diferencias ni en la cantidad de leche que toma el bebé ni en su reacción ante la misma.

Otro aspecto que las madres deben considerar a la hora de ejercitarse durante la lactancia es la sudoración. Tal como señala la Asociación Española de Pediatría, el sudor, que posee un alto contenido en sodio, tiene un sabor salado. Si queda impregnado en la piel del pecho “también puede contribuir a que el niño lo rechace”. Para evitarlo, lo conveniente es que la madre tome las medidas de higiene necesarias para que los pechos estén limpios y secos durante el amamantamiento.

Sea cual sea el grupo de madre, es conveniente dar de mamar antes de iniciar el ejercicio físico, para aliviar las tensiones mamarias y prevenir ciertas congestiones que pueden producirse por saltearse alguna toma, así evitas el dolor o las molestias durante tu clase de recuperación posparto.

También es de vital importancia tener en cuenta que se debe  mantener una alimentación equilibrada y saludable , ya que se necesitan de  todos los nutrientes para tener una vida sana.

La alimentación va de la mano con el ejercicio físico posparto, y esto a su vez permite vivenciar una lactancia fluida, exitosa y equilibrada psicoemocionalmente.

Cuida tus pechos, cuida la lactancia, cuida tu cuerpo asistiendo a un programa de ejercicio físico y de recuperación posparto con profesional capacitado en el tema.

Esto es una parte del puerperio, pero tranquila, “hoy no es siempre”

Escrito por:

Jessica N. Pujado

Lic. en Educación Física Mat. 412

Especialista en pre y postparto

Educadora Emocional Infantil

Asesora en Lactancia Materna

Bibliografia:

  • Revista de Andaluza. Medicina del Deporte. Prescripción del ejercicio físico. Pre posparto, 2010,
  • Colegio Americano de Medicina del deporte.
  • G-SE. Grupo de Sobreentrenamiento
  • Organización Mundial de la Salud
  • Colegio Americano de Ginecobstetricia
  • Asociación Española de Pediatría
  • Fisiología médica. Lactancia materna. Guyton y Hall. Decimotercera edición
  • Alba Lactancia Materna